Fernando Sánchez, mano derecha de Elisa Carrió, tendrá un cargo para luchar contra la corrupción desde la jefatura de gabinete.

El actual diputado de la Coalición Cívica se sumará al Gobierno en diciembre y ya había sido anunciado como candidato el día del cierre de listas, cuando se estimaba que sería candidato.

Sánchez es uno de los hombres de máxima confianza de Lilita, que por primera vez ocupará un espacio en la Casa Rosada. El nombre de su secretaría, que estará bajo la órbita de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, no está definido aún y tendrá a cargo un área de "Integridad".

Desde esa secretaría, tendrá a cargo la reforma de la ley de ética pública y la resolución de los conflictos de interés, una de las mayores críticas que suele hacer Carrió contra el propio gobierno, que cuenta con una vasta planta de empresarios que ahora son funcionarios.

Además será un interlocutor con el ministerio de Justicia de Germán Garavano y el de Interior de Rogelio Frigerio.

Si bien asumirá en diciembre, Sánchez ya comenzó a tener reuniones todos los jueves con emisarios de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), la Procuración General del Tesoro a cargo de Bernardo Saravia Frías y la Oficina Anticorrupción, a cargo de Laura Alonso.

El Gobierno oficializó este martes al nuevo síndico general, que será Alberto Gowland, que se desempeñaba como subsecretario en el ministerio de Educación de la Ciudad y reemplaza a Ignacio Rial, que pasará a ser su adjunto. El actual síndico adjunto, Alejandro Ameijenda, fue nombrado por Horacio Rodríguez Larreta como presidente del Ente de Servicios Públicos de la Ciudad.

El objetivo de esta "mesa", además de "cuidar" al Gobierno de los conflictos de interés -parte de la mesa trabaja en el caso Odebrecht- es encarar la reforma de ley ética pública. Sánchez ya había sido nombrado al frente de una subcomisión en Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, a cargo de Pablo Tonelli. Desde allí planean iniciar los cambios a las leyes existentes.